La Calle Corregidora y su antiguo vínculo con las ferreterías de la Ciudad de México

En la Ciudad de México, existen cientos de arterias metropolitanas que forman parte del día a día, pero que, pese a ello no conocemos su historia. Un claro ejemplo es la calle Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, la cual tiene un espléndido pasado lacustre. Según anécdotas antiguas, la calle fue edificada sobre lo que constituía la Acequia Real; uno de los siete canales de agua que recorrían la urbe en tiempos de la Conquista.

La calle Corregidora en tiempos de la colonia

Fue en el Imperio Mexica, que esta zanja se alimentaba por corrientes que provenían del antiguo lago de Xochimilco. Pero, debido a los numerosos desechos causados por el comercio, la arteria se convirtió en un lugar sucio y maloliente. Fue por ello que a finales del siglo XVIII el Virrey de Revillagigedo; Juan Vicente de Güemes Pacheco de Padilla, decidió embovedarla; y a partir de ese momento se le sobrepusieron una serie de lozas para que sus aguas pasaran por debajo.

En aquella época también se podía admirar la Plaza del Volador y un mercado del mismo nombre, con el que el Virrey intentó tener el control del comercio en la capital. Pero, debido a un incendio el Tianguis del Volador dio pie a que se levantara el imponente edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

 

Las ferreterías en Corregidora: tiempos modernos

En el siglo XIX, cuando la Acequia Real se secó, y durante algunos años se conservó un monumento relativo a la misma que en el 2004 fue eliminado; y en su lugar, se colocaron chapas de metal alusivas al pasado lacustre de esta calle. 

Durante mediados del siglo XX familias emprendedoras descendientes de inmigrantes comenzaron a desarrollar pequeños negocios de ferretería, tlapalerías y mercerías en la calle Corregidora, muchas de ellas fueron creciendo y perduran hasta nuestros días, siendo algunas de ellas, de las principales ferreterías del México actual. 

 

A finales del siglo XX y con la apertura de las fronteras y tratados comerciales que México fue creando con otros países, múltiples marcas ferreteras pudieron entrar al país y ampliar la oferta de productos, con lo cual se fue descentralizando el comercio ferretero hacia otras ciudades del país y la calle corregidora comenzó a dejar de ser el centro ferretero nacional, pero se mantuvo como la principal zona ferretera de la ciudad de México. 

En al actualidad, el mercado ferretero se encuentra diversificado y completamente descentralizado. Ahora se encuentran distribuidores ferreteros con precios competitivos en ciudades como Puebla, Monterrey, Guadalajara, Torreón y Mérida.

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