¿Qué es lo único segundo mejor después de una navaja de bolsillo?

¿Ya adivinaste qué es?

 

Un sencillo y popular accesorio de Victorinox, con una piedra de afilar del estilo de una chaira y un asentador de filo cerámico. Así es, un afilador de navajas.

Su tamaño y aspecto es el de un bolígrafo y, como uno, cuenta con un clip para el bolsillo. Bajo el capuchón cuenta con dos piezas de cerámica superpuestas en V que sirven para recuperar el filo de tu navaja con unas pasadas, un asentador, con la ventaja de que está ajustado el ángulo de afilado original de fábrica (Victorinox recomienda un ángulo de afilado de 15-20º).

La otra parte del afilador es como una chaira alargada que permite afilar filos serrados o perlados y cuenta con una ranura para objetos punzantes como anzuelos. Para filos lisos, no resulta una piedra muy cómoda, aunque funciona bien.

Si bien no es la herramienta más adecuada y cómoda para el mantenimiento habitual de navajas, cuchillos y multiherramientas, para lo que sería mejor una piedra de afilar u otro sistema de afilado más complejo, sí resulta es un muy buen afilador portátil, ya que es pequeño y muy práctico al poseer afilador para varios tipos de filos y asentador. Para un usuario común, sin manías y que no quiere complicarse con los afilados, es un producto más que suficiente.

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