La normatividad, funcionalidad y seguridad | Distribuidores ferreteros
La normatividad en productos industriales, herramientas o insumos para la construcción, no apelan a un aspecto de adaptación; es una cuestión de funcionalidad y seguridad.
No debemos confundir la adaptación y estandarización de productos, gran reto para las industrias en estos tiempos; sobre todo para las empresas multinacionales, que en la medida en que el mundo se hace “más pequeño” y los mercados son vistos como uno sólo, abogan por una estrategia de producto estandarizado, ya que se estima que en un futuro cercano los mercados serán cada vez más homogéneos. Esta adaptación de los bienes de consumo (tropicalización, aún le llaman), es una tendencia cultural, que progresará gradualmente en la medida en que se integra la sociedad global.
Sin embargo, la normatividad en productos industriales, herramientas o insumos para la construcción, no debe apelar a un aspecto de adaptación; es una cuestión de funcionalidad y seguridad. Para eso existen autoridades que tienen la tarea de estudiar y emitir normas, cerciorarse que se conozcan y exigir que se cumplan; todo para proteger a la sociedad de productos, sí, muy competitivos en precio, pero de dudosa calidad y funcionalidad.
Un gran reto del sector y, en este caso no sólo es tarea de los distribuidores, ya que esto aplica desde el fabricante hasta el detallista; es la falta de conocimiento y apego a la normatividad de un sinfín de productos que están circulando en el mercado ferretero. Es una situación muy peligrosa, ya que en un afán por abatir los precios y mejorar las ganancias, se ha sacrificado la calidad a un nivel, que ya cae en la irresponsabilidad.
¿Qué es la normalización?
La asociación estadounidense para pruebas de materiales (ASTM) define la normalización como el proceso de formular y aplicar reglas para una aproximación ordenada a una actividad específica, en beneficio y cooperación de todos los involucrados. La normalización puede ayudar a maximizar la compatibilidad, interoperabilidad, seguridad, capacidad de repetición y, sobre todo, de garantizar calidad. También puede facilitar los procesos de comercialización de los productos normados, ya que se convierten en los más funcionales y confiables.
En México, de acuerdo con el Manual General de Organización de la Secretaría de Economía, la Dirección General de Normas es responsable de coordinar el sistema de normalización y evaluación de la conformidad, con base en lo dispuesto en Ley Federal sobre Metrología y Normalización y su Reglamento, para fomentar la competitividad de la industria y el comercio en el ámbito nacional e internacional.
La apariencia de un producto puede ser la misma por fuera, y no así la de sus componentes y funcionamiento. En este mercado hay un público conocedor que compra en una sana relación entre precio y calidad, porque dominan su especialidad; sin embargo la gente que no sabe, y que lamentablemente es la gran mayoría, compran por precio.
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